Sir David Attenborough o por qué las pelotas de tenis son amarillas

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"The serve was invented so that the net could play."

Bill Cosby, 

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Detengámonos un momento. Dejemos de lado la angustia que se apodera de nosotros todo el tiempo (menos cuando bebemos una pinta de Guinness o ejecutamos otros asuntos de lo inmediato). Ahora, pensemos en las pelotas de tenis. Esas orbes fosforescentes no solo sirven para jugar al deporte de la raqueta. También las utilizamos para equilibrar las patas cojas de las mesas o a modo de toque floral a los ramplones ganchos de nuestros remolques modernos. A nuestras mascotas también les encanta perseguirlas o roerlas. ¿A quién no le resulta familiar el golpe sordo de una bola de tenis contra cualquier superficie o el tacto empapado, nuestros dedos se estremecen un poco, cuando nos la entrega el perro feliz?

Pocas veces nos paramos a pensar en un objeto tan cotidiano y con un espíritu tan pasivo: nos las encontramos en las esquinas de nuestro garaje. En los charcos del jardín de la infancia siempre había una en descomposición, más cercana en estructura al rostro de una remota estrella del cine italiana después de la última operación estética que a lo redondo en esencia, figura pura que ha fascinado a todos los hombres nobles.

Si en nuestra preocupada vida moderna ya atrae poco nuestra atención, ¡qué artificio pararnos a pensar en la naturaleza de su color! En 2018, en internet, se generó un debate sobre cuál es su aspecto: o verde o amarillo. Tomar partido sobre una u otra opción nos parece un ejercicio superficial y profundamente vulgar. No así saber el porqué, y es que le debemos este hecho a un actor improbable y amigo de todo el mundo: sir David Attenborough, el famoso creador y narrador de la exitosa serie documental de la BBC Planet Earth. Si quieren saber más, acompáñenos a las pistas de tenis de Wimbledon de los años 70.

Sir David Attenborough Y LA PRIMERA RETRANSMISIÓN EN COLOR DE UN PARTIDO DE TENIS

El tenis moderno nació del juego inglés «lawn tennis», que según la mayoría de fuentes fue inventado en la década de 1870. El «lawn tennis», que se jugaba sobre hierba, fue una adaptación al aire libre del juego de raquetas de interior «real tennis», que en sí fue una adopción del pasatiempo francés jeu de paume, o «the palm game». Después de muchos ensayos, incluyendo pelotas hechas de corcho, lana e incluso cabello humano, la pelota de tenis encontró su forma ideal: una orbe hecha de un núcleo de goma encerrado en melton blanco o negro y una tela bien tejida y fieltrada.

Durante casi un siglo, las pelotas de tenis fueron blancas o negras. A finales de la década de los 60, Attenborough trabajaba como controlador para la BBC, siendo el encargado de la emisión a todo color de Wimbledon, sin ninguna duda el más icónico de los torneos de tenis. Con Attenborough al mando, se retransmitiría por primera vez en color un partido de tenis. En un programa de Radio Times, Attenborough reveló:

Yo era controlador de la BBC en 1967, y uno de mis trabajos fue introducir las emisiones en color. Lo habíamos estado pidiendo al gobierno una y otra vez y no nos dejaban. Un día, de repente, nos dijeron: «Sí, OK, podéis hacerlo»

Aquí pueden ver un fragmento de dichas emisiones, de los años 1967 y 1968. Observarán que el mundo ha cambiado bastante. Dejamos a su merced ponderada decidir si hemos ido hacia adelante o hacia atrás. No querríamos presionarlos en ese sentido ni inocularles ideas sentimentales como un solo de trompeta con sordina. Quizás la existencia misma de este blog en el año 2019 les sugiera una idea aproximada de nuestra opinión.

Las retransmisiones en color hicieron que los partidos cobrasen vida, pero vinieron acompañados de un problema colateral: en las televisiones domésticas era realmente difícil seguir el movimiento de las pelotas blancas y negras. Y aquí llegó la contribución de Attenborough al tenis, quién sugirió que las pelotas de tenis amarillas eran las que mejor se verían en TV.

LA IFT AÑADIÓ LAS PELOTAS AMARILLAS EN SUS REGLAS. WIMBLEDON Y LO INGLÉS NO SON AMIGOS DE LOS SOBRESALTOS

En 1972 la International Tennis Federation llevó a cabo un estudio en el que se determinó que el color más fácil de ver para el espectador moderno era el característico amarillo actual, bautizado como «optic yellow». A partir de ahí, la ITF determinó que las pelotas deberían ser lisas y amarillas, hecho al que se adaptaron rápidamente los torneos e instituciones en su totalidad. Todos no, y es que todo y las dificultades para los telespectadores, hasta el 1986, 14 años después, Wimbledon no aplicó la regla y se siguió jugando con pelotas blancas. Y es que ya lo advierte Morand en su delicioso libro «Londres» al hablar sobre los ingleses: «…de que necesiten diez años para formar un técnico y diez siglos para hacer un gentleman»

Así es como las pelotas de tenis adoptaron su particular color amarillo. Algunos otros opinan que es verde, pero mejor no toquemos este tema: se pueden desatar tormentas. Si después de mi muerte aquella tranquila mansión de mi infancia recibiese algún día la visita de los espíritus, entre estos se encontrarían también los de las pelotas de tenis amarillas, indudablemente.

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