Si en uno de sus viajes a Londres entran en la estación de metro Embankment, presten particular atención a la megafonía. El amado por todos los hombres buenos «Mind the Gap» suena como en ninguna otra de las 270 estaciones que componen el London Underground, pues en Embankment el mensaje es pronunciado con una voz, un tono teatral y una riqueza únicos.
La historia de este hecho -historia de amor y de pérdida- bien la podría haber escrito Charles Dickens, pues esta se adhiere perfectamente a la escuela de la felicidad tibia.
Como en una suerte de novela por entregas moderna, fue John Bull quien la publicó en un hilo de Twitter que la volvió viral en las islas.
Una historia de amor y de perdida

Justo antes de la Navidad de 2012, al staff de la estación de Embankment se les acercó una mujer visiblemente disgustada que no paraba de preguntarles «dónde estaba la voz». Sin entender a qué se refería le respondieron: «¿la Voz?». La voz, dijo ella. El hombre que anuncia «Mind the Gap».
El staff quiso tranquilizar a la mujer diciéndole que el anuncio seguía sonando, solo que había sido actualizado y ahora la voz era digital. Ahora el nuevo sistema incluso permitía más de una voz para emitir los anuncios. «Esa voz», les respondió, «era mi marido».
La voz había pertenecido a Oswald Laurence, un graduado en Royal Academy of Dramatic Art y actor de teatro fallecido en 2007. La grabación había sido realizada más de 45 años atrás y en algún momento se había escuchado a lo largo de toda la Northern Line hasta que había sido gradualmente sustituida exceptuando la estación de Embankment.
La voz había seguido sonando durante más de 45 años
En su dolor, su viuda, Margaret McCollum, había encontrado el consuelo viajando diariamente al trabajo desde Embankment para escuchar la voz de su amado marido. Algunas veces se quedaba sentada unos minutos más para escucharla durante más tiempo.
Los últimos 5 años ésta había sido su rutina. Mientras la voz de su marido estuviese también estaría en la memoria. La voz que para todos los demás era únicamente un anuncio para ella era la voz de su marido. Ahora también había desaparecido.
El staff de Embankment se puso manos a la obra

Destrozada por el hecho de que ya no podía oír la voz, Margaret pidió al staff si podian conseguir una copia de la grabación. El staff se puso manos a la obra: unos buscaron entre los archivos y antiguas cintas fueron encontradas y restauradas. Otros trabajaron para digitalizarlas. Se buscó entre el código digital del sistema la manera de alterarlo y se tramitaron los papeles para conseguir una excepción.
Entre todos consiguieron que la voz de Oswald volviese a sonar.
Este es el motivo por el cual a día de hoy, en el 2020, si en uno de sus viajes a Londres bajan a la estación Embankment y se sientan en la northbound platform de la Northern Line, escucharán una voz completamente diferente anunciando el «Mind the Gap», una que no se puede escuchar en ningún otro lugar del Underground londinense. Es Oswald.